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¿CÓMO METER GOLES EN EL TRABAJO?

thePower

2/11/19

2/11/19

¿CÓMO METER GOLES EN EL TRABAJO?
¿CÓMO METER GOLES EN EL TRABAJO?
¿CÓMO METER GOLES EN EL TRABAJO?

Saludos #Powerizados!

“No tengas miedo de los cambios lentos, solo ten miedo de permanecer inmóvil”.

Proverbio chino

“A mí me pagan por trabajar, no por caer bien”. “Mi carácter es así con todos y no pienso cambiar”. ¿Esas expresiones te suenan conocidas? ¿Alguna vez las has escuchado en la oficina? Recuerda que la manera en cómo te relacionas con tus compañeros afecta tu desarrollo laboral. Para ello, es conveniente tener en cuenta cómo meter goles en el trabajo.


Un estudio realizado a más de un millón de personas por Talentsmart, una de las más grandes consultoras en inteligencia emocional a nivel mundial, determinó que quienes son sinceros, transparentes, empáticos y, en general, quienes son percibidos como agradables sobresalen laboralmente  - y por mucho - en comparación con aquellos que no lo son. 

Durante mi experiencia, he conocido muchas personas que creen que ser agradable es un don que solo algunos tienen. Sin embargo, ello es todo lo contrario. El ser simpático depende de cada uno. A esto se le denomina inteligencia emocional y desarrollarla involucra demostrar un interés por cambiar sinceramente nuestro comportamiento al relacionarnos con nuestros compañeros de trabajo. 

Quienes tienen poco desarrollada su inteligencia emocional no suelen ser capaces de generar autocrítica y no están abiertos a los cambios. Sin embargo, estas habilidades son indispensables para las personas que trabajan dentro de un sistema en el cual se establecen interacciones y acciones, ya que repercuten en el clima del equipo, en el cumplimiento de resultados y, en general, en el desarrollo de las labores. 

A continuación, para meter goles en el trabajo presentaré cuatro consejos que pueden servir para desarrollar la inteligencia emocional

Mantén tu mente abierta 

Saber que la puerta no está totalmente cerrada cuando se conversa con otros es muy importante. Por ello, debemos abrir nuestra mente para que nos perciban como personas accesibles e interesantes. Ello implica cambiar nuestra forma de observar el entorno laboral, modificar nuestros esquemas mentales, descartar nuestras taras y aprender a ver la vida a través de los ojos de los demás. Esto no significa que estemos de acuerdo con todas las opiniones de nuestros compañeros, sino que debemos liberarnos de nuestros prejuicios y comprender el comportamiento de determinadas personas.

Nos conocen más cuando conversamos acerca de temas no relacionados con el trabajo y mejor si interactuamos fuera de la oficina. Durante estas conversaciones se debe tener el cuidado de saber hasta cuándo y dónde la otra persona se quiera abrir. No intentemos conocer y que nos conozcan en tan poco tiempo. 

Escucha más 

Cometemos el error de prestar más atención a qué comentarán acerca de nuestras apreciaciones -para determinar si eso nos afectará y poder refutar probables opiniones contrarias-, que a realizar una verdadera escucha activa. Con esa actitud, se pierde el valor de la conversación. Ello se puede mejorar a través del planteamiento de una pregunta abierta y exploradora que podría abrir nuevas conversaciones; por ejemplo: “¿Podrías aclararme a qué te refieres cuando dices...?”. Además, no es necesario decir todo lo que se piensa, pero sí es necesario pensar todo lo que se dice

Todas las personas quieren contar su historia; por ello, resulta fundamental respetar su momento y espacio. Culturalmente no lo hacemos, sino que pretendemos contar nuestra historia interrumpiendo la de otras personas para demostrar que la nuestra fue más interesante; dicha actitud casi siempre viene acompañada del clásico: “Eso no es nada, lo que me paso a mí fue mejor...”. Sin embargo, lo cierto es que nadie nos pidió nuestra opinión ni que califiquemos la historia de otra persona. Consideremos entonces nuestra anatomía: tenemos dos oídos y una boca, así que escuchemos más y hablemos menos. 


Date un tiempo para departir 

El tiempo y la exigencia del cumplimiento de metas origina que nos encontremos absorbidos por el trabajo. Por ello, existen personas que adoptan el mismo gesto adusto durante horas para evitar ser molestados, consultados o interrogados. No obstante, resulta importante el balance, ya que divertirse forma parte de pertenecer al grupo. Lograr establecer interacciones con los compañeros forma parte de la jornada laboral. La falta de tiempo no una es excusa, ya que se puede equilibrar la cantidad con la calidad. 

Una persona no interesada en formar parte del equipo no es agradable ni considerada. Luego de proceder de manera equivocada, nos cuestionamos en esos momentos de soledad sobre lo siguiente: “¿Por qué no me incluyeron en los planes esta vez?”.

Date permiso para ser humano 

Las personas que se dan el permiso de ser humanos no aspiran a ser perfectos, pero sí son conscientes de su realidad, así como de sus fortalezas y sus oportunidades de mejoramiento. Este tipo de personas abrazan esa realidad y comienzan a construir su futuro con optimismo, comprendiendo que nosotros primero formamos nuestros hábitos y no al revés. Por último, el ser amable es el arma más poderosa. Seamos primero personas, después profesionales. 

PAUSA ACTIVA 

• ¿Cuáles son los autogoles que estás cometiendo en tu rol profesional?

• ¿Qué estás dejando de ganar debido a estos autogoles? 


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